"El trauma es energía vital estancada...
Energía vital salvaje, creativa, natural y juguetona a la que no se le permitió fluir
cuando emergió por primera vez
y trató de fluir.
No era seguro dejarla fluir
y no sabías cómo hacerlo...
Y así se quedó atascada en tu cuerpo.
No es tu culpa, querido/a.
Las palabras que querías gritar,
las formas en que querías mover tu cuerpo.
Los sentimientos humanos saludables que aplastaste inteligentemente para protegerte,
conseguir amor, estar "bien"
y en muchos casos, seguir con vida.
La verdad que necesitabas expresar,
pero no pudiste...
Pero es un nuevo día, y todo lo que quedó atrapado en ti ayer puede recibir permiso
para moverse nuevamente hoy.
Esto requerirá coraje, la voluntad de sentir el viejo dolor y respirar a través de él, para confiar en el cuerpo ahora en lugar de ceder a la mente y sus miedos.
Decir la verdad, salir de su escondite
y dejarse ver".
Jeff Foster
La palabra trauma deriva del griego y significa herida. Una definición más exacta es que un trauma es una herida duradera que puede ser provocada por variadas situaciones
La palabra Trauma deriva del griego y significa herida.
Una definición más exacta es que un trauma es una herida duradera,
que puede ser provocada por variadas situaciones.
Un trauma surge tanto porque has sufrido recientemente un miedo de gran intensidad (terror)
o porque te has sentido incapaz de manejar un peligro real o potencial en el pasado.
El Trauma puede darse por algo que no debería haber ocurrido en tu vida,
como por algo que no se dio correctamente (Trauma del desarrollo o Trauma Complejo).
La importancia de sufrir traumas durante la infancia y adolescencia,
como cualquier tipo de abuso (físico, emocional y/o sexual),
violencia doméstica, suicidio de un ser querido, etc...
es que pueden conducir a trastornos mentales y físicos crónicos,
y afectar a los sobrevivientes el resto de sus vidas,
aflorando sus huellas
con muy diferentes sintomatologías en el presente.
¿Cómo se lleva a cabo el tratamiento?
El tratamiento del trauma es una intervención progresiva, en la que se trabaja según la propia historia del
paciente y su sintomatología particular.
Dividimos el tratamiento en fases:
Fase 1: Seguridad, estabilización y reducción de los síntomas del trauma en el presente.
Fase 2: Trabajo directo y profundo de los recuerdos traumáticos
Fase 3: Integración y rehabilitación del traumatismo